En las plantaciones adultas de pistacheros de la zona de La Loma, la campaña avanza de manera muy positiva. Según nos cuenta nuestro técnico, Jesus Caballero, este año la floración ha sido excelente gracias a unas condiciones climáticas muy favorables: temperaturas suaves, sin excesos de frío ni de calor, lo que ha permitido un buen cuajado, con muchos frutos por racimo.
Es importante recordar que, por la altitud de La Loma, el desarrollo del pistachero lleva aproximadamente tres semanas de retraso respecto a otras zonas, algo que es habitual cada temporada.
Tras la floración y el cuajado, se ha realizado un tratamiento foliar una vez que la hoja estaba completamente desarrollada, siguiendo prácticas sostenibles que son claves para el equilibrio del cultivo. Este tratamiento tiene un doble objetivo: por un lado, prevenir enfermedades fúngicas que pueden aparecer con mayor facilidad en altitudes elevadas, y por otro, aportar aminoácidos y micronutrientes esenciales que fortalecen al árbol y previenen posibles carencias nutricionales.
En las parcelas de regadío, ya se ha comenzado con la fertirrigación. En este proceso se aplican abonos líquidos con macronutrientes y ácidos húmicos, siempre con un enfoque sostenible. La fertirrigación es fundamental para nutrir al pistachero de forma eficiente, permitiendo que desarrolle adecuadamente sus frutos hasta la recolección sin agotar sus propias reservas. El objetivo es claro: lograr una buena cosecha este año sin debilitar al árbol, garantizando que tenga la fuerza suficiente para producir también de forma sostenible en la siguiente campaña.
La filosofía de El Bisabuelo Eladio es cuidar y alimentar bien los pistacheros con el objetivo de garantizar una cosecha productiva y sostenible para este año y para las próximas cosechas.